La inclusión laboral de las personas con discapacidad (PcD) está ocupando una mayor atención de las empresas y organizaciones en los últimos años, tanto a nivel global como en Chile. En el caso de Chile, el Estado ha suscrito convenciones y acuerdos internacionales que buscan garantizar que los derechos de las PcD sean reconocidos, promovidos y ejercidos en los distintos ámbitos de la vida, siendo el laboral uno de ellos.
En este sentido, la Ley 21.015 de Inclusión Laboral ha impulsado la necesidad de avanzar hacia la inclusión laboral a través de la contratación, desarrollo profesional y promoción de PcD en los empleos. Esta ley establece la obligación para las empresas privadas con 100 o más trabajadores de reservar al menos un 1% de sus vacantes para PcD.
Sin embargo, aunque ha habido un aumento en la cantidad de contratos vigentes de PcD, muchas organizaciones se enfrentan a dificultades en la retención de su dotación a largo plazo. Una causa posible es la falta de herramientas y capacitación para jefaturas y supervisores en temas como procesos de onboarding, liderazgo de equipos inclusivos y la detección de ajustes razonables.
3 claves para lograr una inclusión laboral sostenible
Una inclusión laboral que se sostenga en el tiempo y retenga el talento de las PcD es un desafío que va más allá de cumplir los requerimientos que la ley mandata. Requiere también procesos de formación y capacitación no solo para los/as trabajadores/as, sino también para quienes les lideran.
Revisemos tres aspectos clave que toda empresa debe considerar para avanzar hacia un cambio que tenga a la inclusión de PcD como uno de sus aspectos centrales.
Onboarding efectivo
El proceso de onboarding o inducción laboral es fundamental para garantizar una transición exitosa para quienes se integran a una empresa. En este proceso, los/as nuevos/as trabajadores/as conocerán la empresa, su rol, su equipo, trabajo y la filosofía de la organización.
Sin embargo, el onboarding no siempre se realiza de manera óptima y en el caso de las PcD suele omitirse aún más, pues algunas jefaturas y supervisores pueden no estar familiarizados con las necesidades y consideraciones específicas de las PcD durante este proceso.
El proceso de onboarding debe considerar un plan que permita la inclusión laboral desde el primer día de trabajo, brindando toda la información y ayuda necesaria para que ninguna persona tenga dudas sobre su nuevo trabajo y lo pueda desempeñar eficazmente. Esto es particularmente importante en el caso de PcD, quienes enfrentan múltiples barreras para su desenvolvimiento pleno en los espacios laborales.
La falta de información o su entrega poco accesible puede generar mayores barreras y dificultades para los/as trabajadores/as con discapacidad, lo que afectará su integración, compromiso y permanencia en la empresa.
Liderazgo inclusivo
El liderazgo inclusivo en los equipos es esencial para crear un entorno laboral que valore y respete la diversidad y trabaje orgánicamente por la inclusión laboral de las PcD. Los líderes y supervisores desempeñan un papel fundamental en la creación de un clima laboral respetuoso, que fomente la participación plena de todos/as los/as integrantes del equipo, sin importar cuáles sean sus capacidades.
Un liderazgo inclusivo se hará cargo de eliminar los prejuicios, sesgos, demostrar empatía y compromiso con los equipos, sobre todo cuando son integrados por PcD, quienes afrontan cotidianamente la existencia de múltiples obstáculos para su desarrollo.
Gestión de cambios y ajustes razonables
Otro aspecto importante es la detección y provisión de ajustes razonables para la gestión del cambio hacia una organización inclusiva. Los ajustes razonables son adaptaciones en el entorno de trabajo o en las tareas laborales que permiten a las PcD desempeñarse de manera efectiva en sus roles.
Para ello es preciso diagnosticar cuáles son las necesidades específicas de las PcD que trabajan en la empresa, evaluar las posibilidades de implementación y gestionar su realización, pues estas condiciones son imprescindibles para que las PcD alcancen su máximo potencial profesional y logren adaptarse y permanecer en la organización.
Estos tres aspectos permiten no solo avanzar hacia una cultura laboral más inclusiva, sino también retener a los talentos disminuyendo las tasas de rotación, aumentar el bienestar, satisfacción y productividad de los/as trabajadores/as, generar mayor sentido de pertenencia con la organización y reducción de costos por alta rotación de personas.
Pero las empresas no tienen por qué desarrollar solas estos procesos. Si tu empresa requiere capacitación, en Inclusión SyS contamos con el curso Liderazgo Inclusivo, diseñado por especialistas para brindar las herramientas que requieren quienes lideran procesos de inclusión laboral. Contáctanos y con gusto te brindaremos más información.
